viernes, 30 de agosto de 2019

La temperatura, la luz y la humedad dañan tus hojas


Además del temible fuego, los otros tres grandes enemigos una  Hoja son la temperatura de la habitación, la luz y la humedad.
 El flujo de aire es imprescindible si queremos evitar el típico olor a libro viejo que provocan la lignina del papel y la tinta.
La luz del sol nunca debe incidir sobre los volúmenes, pues el papel se degradará rápidamente, además de perder el color de las tapas. La luz fluorescente tampoco es aconsejable.

La humedad es uno de los elementos más destructivos con los que una hoja puede toparse. Tenemos que evitar habitaciones húmedas, lugares cercanos a una ventana, a cañerías o tuberías que puedan sufrir pérdidas. La humedad ambiental provoca movimientos de contracción y dilatación que desbaratan y deterioran.


Para limpiar las hojas con manchas de humedad se recomienda espolvorear polvos de talco por encima y mantener la hoja apartado durante varios días . Pasado el tiempo, retiraremos el talco con un cepillo suave página a página.

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